Conoce los mejores tipos de cuero para fabricar accesorios.

Conoce los mejores tipos de cuero para fabricar accesorios.

Las claves que debes conocer para escoger tu mejor opción

Seguro que ya sabes que hay distintos tipos de cuero y que la calidad de algunos es mejor que la de otros. ¿Pero sabías que también depende de qué tipo de producto quieras hacer? En este artículo vamos a resolver cualquier duda que tengas al respecto.

Lo primero que debes saber es que cada piel tiene unas determinadas características. Pueden ser más económicas o más resistentes o flexibles. La clave siempre está en escoger el material perfecto para cada complemento.

También debes saber que la piel, la materia prima que se trata y se curte para conseguir el cuero, tiene dos lados: la flor y el reverso. La flor es la parte que en su día tuvo pelo o lana, la que quedaba hacia fuera. El reverso es el otro lado, el que daba hacia la carne. A la hora de realizar trabajos creativos con el cuero debemos trabajar con la flor, que es la parte que debemos dejar a la vista.

herramientas Serprimitivo

Tipos de cuero.

La piel cruda de la que se consigue el cuero es un subproducto de la industria alimenticia. Al provenir directamente de los animales es un material completamente natural. ¿Pero es lo mismo la piel de cerdo que la de potro?

Piénsalo así: si alguna vez has tocado estos animales te habrás dado cuenta de que su tacto era diferente. Esto es por el pelo y tiene mucho que ver en la textura, la elasticidad y la calidad del cuero que se puede fabricar con su piel.

Además del tipo de animal del que proviene la piel también hay que tener en cuenta la ubicación donde vivió y el clima de esa zona, la parte de la piel de la que se ha extraido la pieza, la calidad del tratamiento con el que se ha curtido y la capa de la piel que usaremos.

Vaca.

El cuero de vaca es probablemente el más utilizado. Su calidad es muy buena y su tacto es suave. Además, es una piel algo rígida pero que al mismo tiempo resulta muy flexible. Resulta muy resistente y duradera y esto la hace perfecta para cualquier trabajo creativo.

El grosor de la pieza dependerá de la zona de la que proviene, pero se puede usar prácticamente para hacer cualquier producto, desde máscaras y cuero moldeado con las grosores más finos hasta maletines, bolsos, cinturones o cajas con los trozos más gruesos.

Potro.

El cuero proveniente del potro es más económico que el de vaca, aunque también tiene algo menos de calidad. Aún así sigue siendo una opción estupenda para trabajar.

La piel de potro se puede usar prácticamente para lo mismo que la de vaca, dependiendo también de la zona de la que se haya extraído.

Becerro.

La piel de becerro es más fina y tiene el pelo más frondoso que la de vaca. Su tacto es aún más suave, incluso aterciopelado. A pesar de su delicadeza sigue siendo bastante resistente. Suele presentar menos imperfecciones a simple vista que el cuero de vaca.

Gracias a su suavidad es una piel ideal para hacer forros. También para monederos, cinturones acolchados o bolsos.

Cabra.

Podrás distinguir enseguida la piel de cabra porque es muy fina. No obstante también es muy compacta y elástica, lo que hace que siga siendo muy resistente.

Justamente por estas características es una piel perfecta para hacer guantes, encuadernaciones de lujo o zapatos de muy buena calidad. Aunque también se puede usar para hacer bolsos, monederos o cinturones.

Oveja o carnero.

En cambio, la piel de oveja no es la mejor elección para trabajar en un taller. Es fina y suave, pero tiene poco brillo y es muy difícil repujarla o grabarla.

Este tipo de piel se usa sobre todo para fabricar delantales, follos, restauración y fuelles.

Cerdo.

El cuero proveniente del cerdo es muy duro, resistente y duradero. A la vista presenta una textura moteada, debido a sus pelos, que suelen ir en grupos de tres y ser rígidos.

Con la piel de cerdo se pueden hacer cinturones, billeteros, bolsos y, gracias a su dureza, hasta permite la fabricación de maletines.

Hay otros tipos de pieles que puedes encontrar en el mercado, pero estos son los tipos más comunes y más utilizados en la elaboración de accesorios artesanales de cuero.

Para poder darle forma a nuestros llaveros de cuero nosotros usamos las piezas más flexibles. Ahora ya lo sabes: siempre hay un tipo de cuero perfecto para cada complemento.

¿Qué necesito para trabajar cuero?

¿Qué necesito para trabajar cuero?

Los utensilios básicos que debes conseguir si quieres hacer tus propios complementos

Por propia experiencia sabemos que el trabajo artesanal es satisfactorio y productivo. Si eres una de esas personas inquietas que más de una vez ha pensado en hacerse sus propios accesorios, o simplemente una de las que le gustan las manualidades, nos entenderás de sobra.

Para todos aquellos que estáis pensando en empezar a trabajar con cuero, o los que ya lleváis un tiempo, pero queréis mejorar, os traemos la lista de materiales imprescindibles para hacer que tus diseños queden lo mejor posible: con estos utensilios podrás darle a todo lo que hagas un acabado profesional.

monedero cerdo

  1. Son necesarias para cortar tus pliegues y retazos de cuero. Las tienes de muchas durezas, incluso las hay especiales para el cuero más duro y grueso. Nuestro consejo es que tengas al menos una muy resistente para las piezas de mayor grosor, y una más fina para los trozos más delgados. Muchos de nosotros utilizamos cúter, sobre todo porque una vez que se desgasta puedes deshacerte del trozo que estabas utilizando y seguir trabajando. Las cuchillas las usarás para todos los cortes rectos que tengas que hacer.
  2. Al igual que vas a usar las cuchillas para todos los cortes rectos, tendrás que tener un buen par de tijeras para los cortes curvos. Las tijeras de cuero tienen que ser robustas, resistentes y firmes, además de tener un borde aserrado para que la piel no resbale mientras la cortas.
  3. A muchos les parece prescindible cuando empiezan, pero la verdad es que la regla es muy útil cuando uno está trabajando. Como instrumento de medida, te recomendamos que la tuya tenga marcados los milímetros. Pero no sólo sirve para medir, sino que también nos permite que los cortes de la cuchilla de verdad sean rectos. Nuestras favoritas para este trabajo son las reglas de metal, en especial las de aluminio. Lo ideal es que tengas al menos una regla grande, de más de un metro, si pretendes hacer bolsos o accesorios de al menos ese tamaño, y otras más pequeñas.
  4. Punzón. Podrás utilizar un punzón para hacer pequeños agujeros en la piel o finos arañazos. Esto es útil para hacer pequeñas marcas, o para facilitar el trabajo de coser al abrir un poco los agujeros que luego atravesará la aguja. También puedes usarlo para hacer más anchos los agujeros, si quieres.
  5. Al igual que el punzón, usamos las tenazas para hacer agujeros en la piel. Sin embargo, las distintas boquillas de las tenazas te permitirán elegir el grosor del agujero, además de darle una forma perfectamente redonda y bien acabada. Si piensas en los agujeros uniformes de un cinturón, por ejemplo, entenderás su utilidad.
  6. Agujas e hilo. Por supuesto, ya que vamos a coser distintas piezas de cuero, necesitaremos agujas. Las agujas para el cuero son especiales porque tienen las puntas romas y son más alargadas que las de costura. Según el tipo de técnica que vayas a seguir para coser los adornos las tendrás de distintos tipos, como las de cosido guarnicionero, que son las más frecuentes, o las del cosido de tireta.
  7. Necesitarás un adhesivo muy flexible para pegar la piel del cuero y que esta no pierda su elasticidad. Cuando la unión se seque y se le dé uso al cuero este tiene que seguir pudiendo doblarse, o soportar la vida que le quieran dar. Nosotros recomendamos cola de contacto, que además es muy fácil de encontrar.

Estas son las herramientas básicas que debes poseer si quieres que tus acabados sean de calidad y las piezas que fabriques, duraderas. No hemos entrado, sin embargo, a hablar del propio taller en el que debes trabajar. En cuanto a eso simplemente te recomendaremos que sea un lugar tranquilo, bien ventilado e iluminado, de forma que puedas trabajar cómodamente en él. Además, necesitarás una mesa o una superficie que esté realmente fija. Y ten cuidado, pues es probable que esta acabe con más de una marca.

Si ya tienes todo esto, estás preparado para empezar a fabricar tus propios productos artesanales: mochilas, monederos de cuero para mujer, bolsos… Todo lo que tú quieras.

¡Ten cuidado, que engancha!

¿Cómo se hace una cartera de cuero?

¿Cómo se hace una cartera de cuero?

El proceso paso a paso.

Cada día nuestro equipo de artesanos trabaja con el cuero de la mejor calidad para hacer productos únicos. ¿Quieres saber cómo lo hacemos? ¡Te lo contamos todo!

Paso 1. Los materiales.

Lo primero que vamos a tener que hacer es elegir el tipo de cuero que utilizaremos en nuestra cartera. Hay muchísimos diferentes y cada uno tiene sus características, además de distinta calidad.

Esto depende, por un lado, del tipo de animal del que proviene la piel, que dan como resultado distintos tipos de cuero. Y, por otro, de algo llamado curtiembre.

La curtiembre es el proceso por el cual se trata la piel del animal para que no se pudra. Se usan procesos químicos y como resultado la piel se convierte en cuero, un material duro y flexible

Otra cosa en la que debes pensar es en el color. Podemos comprar el cuero ya teñido, o hacerlo nosotros mismos. Pero si decidimos que nos encargaremos nosotros es importante escoger productos adecuados para tratar el cuero. Usar un tinte o betún cualquiera podría estropear la piel. Lo bueno es que hay tintes de todos los colores, así que podemos elegir el que mejor encaje con nuestro estilo o con el tipo de ropa y complementos que solemos lucir. Piensa que una cartera de cuero te puede durar muchísimos años, así que debes buscar un color que te acompañe durante todo ese tiempo.

Paso 2. El diseño.

A la hora de elegir las medidas que usaremos vamos a necesitar un patrón. Este patrón podemos diseñarlo nosotros mismos si tenemos una idea muy clara de lo que queremos hacer. Esto permite personalizar mucho el producto final, ya que será justo a nuestro gusto.

Pero si no estamos tan seguros siempre se puede usar un patrón ya diseñado. En internet es fácil encontrar muchísimos patrones con distintos modelos.

En cualquier caso, si hemos decidido hacer el patrón nosotros mismos vamos a necesitar escuadras, reglas y una plancha de cuadrícula, para que las medidas sean perfectas.

Además de los patrones hay un truco que viene muy bien y es hacer un prototipo con papel grueso. Este servirá de plantilla a la hora de cortar el cuero y nos permitirá hacernos una idea de cómo va a quedar el resultado final.

En el momento del diseño tenemos que centrarnos en la funcionalidad. Una billetera no es lo mismo que un tarjetero o un monedero. Debemos pensar cuál va a ser la utilidad de nuestra cartera para que sea práctica y creativa.

Paso 3. Cortar las piezas.

Una vez tenemos claro el diseño ha llegado el momento de empezar a cortar. Con ayuda de la regla, la escuadra y un cúter vamos siguiendo el patrón o el prototipo hasta que tenemos todas las piezas que usaremos después.

Paso 4. Montaje.

Este es el momento más divertido. Cuando ya tenemos todas las piezas separadas podemos empezar a montarlas entre sí para dar forma a nuestra cartera.

En este punto vamos a tener que tomar otra decisión importante: ¿encolado o cosido?

Puede que nos parezca más sencillo usar pegamento para unir las distintas partes de la cartera. Es más rápido y puede parecernos más económico. Pero el producto será de peor calidad y con el tiempo y el uso terminará por despegarse.

Nosotros preferimos el cosido, que es el método escogido por los artesanos desde siempre. Se puede utilizar hilo o tiras de cuero, depende de cómo prefieras que quede el resultado final. Da un poco más de trabajo, pero el resultado es muchísimo mejor y así se crea una cartera muy resistente que aguantará mejor el paso del tiempo.

También tenemos que pensar en los cierres que usaremos. Hay modelos de carteras sin cierre, sobre todo si se trata de billeteras o tarjeteras, pero si queremos estar seguros de que no vamos a perder su contenido es mejor que pensemos en ponerle alguno.

Hoy en día hay muchos tipos diferentes a nuestra disposición. Las cremalleras y los cierres de botón a presión son los más utilizados. Las cremalleras dan más trabajo, porque hay que coserlas también, mientras que los cierres de botón se instalan con un simple click. En algunos diseños se puede usar un cordón o una tira del mismo cuero, si queremos un monedero con forma de bolsa, por ejemplo.

Y esto es todo lo que necesitas saber sobre cómo elaboramos nuestras carteras de piel. Ahora te invitamos a dar una vuelta por nuestra sección de carteras para mujer: seguro que te gusta lo que encuentras, y quién sabe… Quizá alguna te sirva de inspiración.

¿Es el cuero un material ecológico y renovable?

¿Es el cuero un material ecológico y renovable?

Hay muchas dudas y confusiones sobre la huella del cuero en el medio ambiente. Así que en este artículo vamos a intentar dar respuesta a las preguntas más escuchadas y aclarar todas ellas.

¿Se crían los animales sólo para curtir sus pieles?

Pues la verdad es que no. El cuero proviene de la piel, que es un subproducto de la industria cárnica. Por lo tanto, mientras el ser humano siga alimentándose de carne, podemos decir que la fabricación de cuero es un modo de reciclaje.

¿El cuero contiene químicos o sustancias tóxicas?

Tampoco. Hoy en día tenemos suficiente tecnología para que las curtiderías no necesiten usar ningún producto tóxico en el proceso de tratamiento del cuero. Además, todos los cueros son analizados por expertos para asegurar que cumplen las normativas y son seguros para el uso humano.

Además de las tecnologías modernas que usan las curtiderías hay otro proceso para curtir el cuero que lleva usándose desde la prehistoria, cuando no había fábricas ni químicos. El curtido vegetal se realiza con taninos vegetales, sustancias orgánicas que reaccionan con la piel dotándola de mayor resistencia. En este proceso el cuero se seca también de manera natural, al aire, y finalmente se hidrata con aceites vegetales y cera de abejas.

¿Es el cuero un material sostenible?

Sí. Por un lado porque el impacto de su fabricación es muy bajo si se hace con los suficientes controles ambientales. El cuero es un producto muy duradero y esto reduce la generación de los residuos que se producirían de usar sus equivalentes sintéticos.

Y por otro lado porque los cueros aprovechan los restos de la industria cárnica. Si no se utilizase las pieles sobrantes de la alimentación para hacer otros productos se convertirían en residuos.

¿Es biodegradable?

Sí. Al contrario que los materiales sintéticos, que se fabrican con plásticos inertes derivados del petróleo, el cuero genuino es un producto natural, con altos niveles de carbono, oxígeno y nitrógeno. Las bacterias y los hongos se alimentan de estos elementos, así que el cuero auténtico se descompone mucho más rápido que cualquier imitación de fabricación artificial.

Además, el proceso de biodegradación del cuero se puede acortar usando algunos catalizadores.

¿El cuero se puede reciclar?

Claro que sí. Hace más de setenta años que se usan compuestos aglomerados de fibras de cuero para la industria del calzado. Estos aglomerados se suelen usar hoy en día para hacer cinturones y también suelas de zapatos.

¿Los cueros sintéticos se fabrican con fibras naturales?

Ni de lejos. Los materiales sintéticos están hechos con productos petroquímicos y por esto son artificiales. En cambio, el cuero genuino es un material natural que siempre proviene de un animal.

Hoy en día las imitaciones sintéticas son muy logradas imitando en muchos casos el aspecto, la textura ¡y hasta el olor! del cuero natural, pero a pesar de eso su calidad no se acerca a la del cuero de verdad.

¿Puede ser moderno el cuero?

Sí. No sólo eso, sino que los cueros modernos están llenos de ventajas. Pueden ser resistentes al agua y al fuego, transpiran, resisten la abrasión, tienen protección antibacteriana… Y eso sin hablar de los que cambian de color con la luz ultravioleta o según la temperatura. Hoy en día hay muchísima variedad.

¿La huella de carbono del cuero es grande?

No. Se han hecho estudios acerca del cuero bovino y se ha comprobado que la huella ambiental de la fabricación del cuero, comparada con la del ciclo de vida de un animal, es tan sólo del 0,42%. Prácticamente insignificante.

¿Es el cuero un material duradero?

Sí, sin duda. Un artículo de cuero de buena calidad te puede durar muchos años si lo cuidas bien. Incluso toda la vida. Los cueros sintéticos se quedan muy lejos de su resistencia y durabilidad.

¿Es un producto ecológico?

Sin duda. Es un material natural, renovable, biodegradable y, gracias a las nuevas tecnologías, de un impacto mínimo en el entorno.

Esperamos haber resuelto todas las dudas sobre la relación entre el cuero y el medio ambiente. Nosotros lo tenemos claro, es un material respetuoso con la naturaleza y que lleva acompañando a la humanidad desde sus inicios. Es confortable, flexible y resistente, como puedes comprobar visitando nuestra sección de monederos de piel.

Las claves para saber Cómo cuidar el cuero y que dure mucho tiempo

Las claves para saber Cómo cuidar el cuero y que dure mucho tiempo

Todos sabemos que el cuero es uno de los materiales más resistentes: frío, calor, roces o incluso manchas, el cuero puede con todo. Sin embargo, siempre nos han dicho que es también uno de los materiales más difíciles de cuidar, y aunque no es cierto sí debemos tener en cuenta sus particularidades. Muchas veces es el desconocimiento o la mala experiencia quien pone esas palabras en la boca de quien sólo trata de aconsejarnos. Y lo primero que debes saber es que el cuero es un material natural muy especial. Puede acompañarte para siempre, o arruinarse 1en una tarde. Lo que te dure depende sólo de ti. Por eso te traemos los trucos que debes seguir para que tu cuero sea tan duradero como resistente.

Consejos para cuidar la piel o ante:

  • Nunca lo guardes en bolsas de plástico. Muchos creen que para proteger el cuero de la humedad o de posibles accidentes lo mejor es una bolsa de plástico. Eso es un error. El cuero debe transpirar, y para eso lo mejor son bolsas de tela.
  • Sécalo de manera natural. Esto es muy importante. Nunca apliques calor directo de un secador, por ejemplo, para secar el cuero. Si lo haces lo que conseguirás será resecarlo. Lo que el cuero necesita es tomarse su tiempo al aire para quedar seco. Si está empapado por supuesto que puedes pasarle un paño seco para que absorba su humedad, pero a partir de ahí deja que la naturaleza haga su trabajo.
  • No lo laves, límpialo. Siempre que el cuero se manche, puedes limpiarlo. La mayor parte de las manchas saldrán mejor que de cualquier pieza de tela si simplemente utilizas un paño húmedo (y si es en círculos, mejor aún). Por muy tentador que sea no utilices para limpiarlo toallitas de bebé o perfumadas, porque los productos que incorporan pueden no ser buenos para el cuero. Si aun así la mancha persistiera no te preocupes: llévalo a un especialista, ellos sabrán qué hacer.

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  • Hidrátalo si ves que lo necesita. Si en algún momento ves que tu pieza de cuero parece más seca, en el mercado hay todo tipo de cremas que puedes aplicarle para que recupere su estado anterior. Al comprarlas, eso sí, revisa sus componentes para asegurarte de que no tienen derivados de la silicona o del petróleo. Cuanto más natural sea, mejor.
  • No lo sumerjas en agua. Ya te hemos recomendado antes que no lo laves, que lo limpies, pero además de eso no lo sumerjas por ningún otro motivo si no quieres que pierda gran parte de sus propiedades. El cuero de casi todos los artículos que puedas comprar está tratado para soportar el contacto con el agua, pero una cosa es que se moje y otra que lo empapes por completo.
  • Procura evitar exposiciones prolongadas a la luz directa del sol. No hace falta que te pases los días esquivando todo lo que no sea sombra, ni mucho menos. Pero pasar mucho tiempo al sol puede hacer que el cuero pierda parte de su color.
  • No uses ningún producto químico agresivo para limpiarlo. Esto incluye amoníaco, lejía, y otros tipos de químicos abrasivos. No sólo podrías estropear la piel, sino que lo que estés utilizando reaccione con el tratamiento que el fabricante le haya dado al cuero, estropeándolo por completo.
  • Evita que esté mucho tiempo cerca de focos de calor constante. Esto no significa que no puedas sentarte con tu chaqueta de cuero al lado del radiador, pero evita guardarla y que pase días pegada a una estufa, o a la calefacción.
  • Asegúrate de tener las manos limpias cuando lo toques. No se trata de que tengas que desinfectarte con geles antibióticos, ni mucho menos, pero si en algún momento tienes las manos llenas de aceite o grasa deberías limpiártelas antes de tocar el cuero. Sabemos que parece algo evidente, pero la experiencia nos dice que lo mejor es señalarlo. La naturaleza porosa del cuero y la imposibilidad de meterlo directamente en la lavadora pueden jugarte una mala pasada si no tienes cuidado.

Probablemente conocieras algunas de las claves que te hemos dado, pero síguelas todas y te garantizamos que tu cuero durará muchísimo tiempo. Así sea cual sea la pieza que quieras cuidar, desde una mochila a uno de nuestros llaveros originales, soportará sin problemas cualquier aventura en la que quieras meterte.

Aprende a diferenciar un artículo de cuero genuino de uno de cuero sintético

Aprende a diferenciar un artículo de cuero genuino de uno de cuero sintético

¿Alguna vez has querido aprender a distinguir el cuero real del de imitación? Pues estás de suerte porque en este artículo ¡te damos todas las claves!

Lo primero que hay que saber es que el cuero es un producto natural que lleva usándose desde el inicio de la humanidad, en todas las épocas y las culturas, por sus numerosas ventajas.

El cuero sintético, también llamado polipiel, es un material sintético fabricado a partir del plástico. En este proceso de fabricación se le añaden tintes, olores artificiales y se intenta reproducir la flexibilidad de la piel. Con el tiempo estas imitaciones han llegado a ser muy logradas, pero incluso las que consiguen mayor calidad siguen sin ser capaces de igualar al cuero auténtico.

La polipiel tiene mucha menos resistencia, se desgasta más rápido y se escama y cuartea con el tiempo, mientras que el cuero genuino es muy resistente y duradero.

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Además, hoy en día se fabrican materiales que mezclan el cuero real y el artificial, dificultando así la diferenciación.

Entre estas mezclas una de las más utilizadas es la mediapiel, que consiste en que en un mismo producto se intercalan partes de piel auténtica y partes de polipiel. Por ejemplo, en un sillón los reposabrazos podrían ser sintéticos mientras que el asiento en sí sería de cuero genuino.

Otros tejidos de los que puede que hayas oído hablar son la ecopiel, similpielo novapiel. Están fabricados a partir de la combinación de machacados de cueros naturales con fibras sintéticas como acrílicos, pvc o pes.

Pero vamos a dejar de lado estos materiales mixtos para centrarnos en el cuero, cien por cien auténtico o sintético. Te vamos a contar algunos trucos para distinguirlos:

El truco del fuego.

Es tan sencillo como coger un mechero y pasar la llama por el producto que queremos identificar. Te recomendamos que lo hagas en una parte que no esté a la vista. Además, debes tener mucho cuidado al hacer esta prueba.

Si no se quema, sino que se contrae un poco, pero vuelve a su forma original al enfriarse, enhorabuena. Estás ante una pieza de cuero auténtico.

Si, por el contrario, empieza a deformarse y se quema, es cuero sintético.

Además, el olor es muy distinto. Al pasar la llama por el cuero auténtico desprenderá un aroma similar al del pelo quemado, mientras que si se trata de una imitación el olor a plástico quemado será fuerte y penetrante, al fin y al cabo, se trata de un derivado del petróleo.

Por supuesto, esta prueba no se puede hacer en un comercio para asegurarte de que el producto que te están vendiendo es auténtico. Piensa que si se trata de cuero sintético incluso podría llegar a arder, así que en muchas ocasiones tendrás que fijarte en otros detalles.

El truco de la uña.

Este consiste en pasar una uña por un tramo pequeño del material. De nuevo te recomendamos que lo hagas en una zona que no esté a la vista.

La uña no deja marca en el cuero artificial. Si la línea permanece se trata de cuero de verdad. Si al apartar la uña la superficie vuelve a su estado y la marca se borra, es sintético.

Otra prueba que puedes hacer es rascar con la uña. Al hacerlo sobre cuero auténtico se desprenden algunas partículas, lo que se suele llamar la flor de la piel. En cambio, si lo haces sobre el sintético se quedará igual.

Esta prueba no es peligrosa, pero igualmente no deberías hacerla en una tienda, ya que podrías dejar señales en los productos.

El truco de los dedos.

El último truco que te vamos a contar es mucho más sencillo. Se trata simplemente de presionar con los dedos sobre la superficie.

El cuero genuino es un material muy elástico así que si aparecen unas pequeñas arrugas que desaparecen en unos segundos, sabrás que es un producto natural. Si permanece rígido al presionarlo, se trata de cuero artificial.

Además, a pesar de que podría parecer lo contrario a simple vista, el cuero auténtico es cálido al tacto, mientras que si estás ante un cuero sintético lo notarás frío cuando lo toques.

Al final lo mejor para estar seguro por completo es que acudas siempre a una tienda de confianza, en la que sepas que no te la van a intentar colar. Estas tiendas suelen tener un certificado que te pueden enseñar y que garantiza que sus productos son de cuero auténtico.

En nuestra tienda nos importa mucho la calidad de nuestros productos artesanales y por eso sólo utilizamos cuero genuino. Si quieres echar un vistazo estás invitado. ¡Nuestras billeteras de piel te van a encantar!